Entre otros argumentos, José Nun señala: «Otro tema crucial concierne a una lucha contra la pobreza y la desigualdad que garantice sin dobleces el derecho a existir. Así, en Finlandia, España, Canadá y Holanda se hallan en curso pruebas piloto para dotar en forma incondicional de una renta básica a los más necesitados. (El objeto de la incondicionalidad es impedir los manejos políticos y burocráticos). Nuestros dirigentes hablan de una reforma fiscal que ni especifican ni impulsan. Es la ocasión para promover una Renta Básica Universal (RBU), o sea, una asignación monetaria pública regular e incondicional para todos los habitantes. ¿Cómo se financiaría? Precisamente a través de una reforma fiscal progresiva que transfiera recursos de un 20% de la población al 80% restante. El asunto no ha sido ajeno a la derecha neoliberal (Milton Friedman lo denominó «impuesto negativo sobre la renta») con el abierto propósito de liquidar el Estado de Bienestar, de manera que sus beneficiarios fuesen quienes terminaran financiando la RBU. Por el contrario, desarrollar y explicar los alcances de una RBU basada en una reforma fiscal progresiva sería una buena manera de sacar partido de nuestro atraso y de avanzar posiciones para lograr una sociedad más justa y menos descreída». Artículo completo aquí.