Ensayos recientes sobre la RBU revelan que los ingresos garantizados proporcionan un alivio inmediato para la salud mental, pero mantener los beneficios a largo plazo puede depender de una seguridad económica duradera.
La idea de una Renta Básica Universal (RBU), es decir, de unos ingresos regulares pagados por el Estado a cada miembro adulto de la sociedad, independientemente de sus circunstancias personales o económicas, sigue despertando un gran interés. Pero, ¿podrá alcanzar sus objetivos declarados de reducir la pobreza, mejorar las condiciones laborales y aumentar el bienestar? Gracias a una oleada mundial de programas piloto que ponen a prueba estas afirmaciones, están empezando a llegar con cuentagotas las respuestas a esta pregunta.
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