La renta básica es una asignación monetaria de cuantía suficiente, es decir, igual o superior al umbral de la pobreza, pagada por los poderes públicos con arreglo a tres principios: universalidad, incondicionalidad e individualidad. La recibe cualquier ciudadano (personas, no hogares), con independencia de cualquier otra posible fuente de renta, comportamiento en el mercado laboral o circunstancia que acompañe nuestra vida (discapacidades, no discapacidades, o modelos de convivencia). Habría que añadir que no es una renta básica que sustituya el estado de bienestar, sino que forma parte de un paquete amplio de recursos públicos comunes dentro de los cuales también hay ingresos universales, incondicionales e individuales. Seguir leyendo aquí.